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El aislamiento ha sido una medida preventiva básica para reducir las probabilidades de contagio frente a esta pandemia que ya cumplió un año. En el caso de las personas mayores este encierro prolongado les golpea con mayor intensidad, provocándoles efectos físicos graves por la inactividad, entre los que destaca la pérdida de masa muscular, con lo que aumenta el riesgo de caídas y lesiones.

El resultado de esta pérdida de masa muscular por falta de ejercicio es conocido como sarcopenia, que puede ser un factor de riesgo que cause discapacidad y hospitalizaciones de mayor gravedad. Asimismo, influye en la disminución de la inmunidad, lo que es extremadamente preocupante.

Si bien la forma de enfrentar y prevenir esta situación también pasa por una buena nutrición, nos detendremos en la ejercitación física programada, que incorpora ejercicios de resistencia, aeróbicos, movimientos articulares, de equilibrio, fuerza y flexibilidad, entre otros, todos según los requerimientos de la persona mayor.

La buena noticia es que en los programas de personas mayores de la Fundación Cerro Navia Joven las atenciones kinésicas se han mantenido, especialmente para quienes se han visto más afectados, pues tienen dependencia moderada o severa.

En casos de necesidades de urgencia hemos resguardado la seguridad de las personas mayores en su domicilio y los educadores y educadoras, hacen uso de los elementos de protección personal EPP según el protocolo.
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