Cuarta Semejanza y Diferencia

Nuestro inspirador, Don Enrique Alvear

Una última semejanza y diferencia. Don Enrique además de ser pastor de los pobres en la Zona Oeste, fue pastor vinculado a nuestras comunidades eclesiales de base. Comunidades solidarias. “Del Cristo solidario a una iglesia solidaria”, decía tan a menudo?

Nuestra Fundación nació de las comunidades del sector, de la pastoral juvenil y de la pastoral solidaria de la Unidad Pastoral Resbalón, con el apoyo de nuestros agentes pastorales, del P. Bernardo. Nacimos aquí pegaditos a la CEB Los Lagos, compartiendo el mismo terreno donado para ambos fines: para levantar una capilla para la comunidad de los Lagos, para hacer un centro comunitario para Cerro Navia. Y la mayoría de los fundadores y todavía varios de ustedes pertenecieron o pertenecen a una comunidad. Esa es la semejanza. La diferencia es que esta, la Fundación no es una capilla, no es una CEB. Pero Don Enrique sirve para inspirar tanto las comunidades como las fundaciones. La Fundación no es una CEB; aquí no hay catequesis de primera comunión, ni comunidades que se reúnen a leer la Palabra, ni misa dominical. Es una Fundación social, quiere servir solidariamente; no es confesional, sino abierta a todos. Pero es una comunidad cristiana por que quiere servir al modo de Jesús, con su estilo, con su modo, que nos fue acercado gracias al modo y al estilo de Don Enrique. No somos una capilla, pero si somos una comunidad, una comunidad de servicio, una casa de acogida, una Fundación.  Acá se hacen cosas que hacen de nosotros una comunidad, una institución solidaria. Y nuestro servicio no es voluntario nuestro servicio es parte de nuestro trabajo.  Es nuestra manera de ganarnos la vida… Nuestro trabajo es servir.

He hablado de cuatro semejanzas y diferencias. Don Enrique fue pastor de la zona en tiempos de dictadura; a nosotros nos toco esta democracia. Don Enrique vivió en pleno Concilio y le toco implementarlo en tiempos de entusiasmo y prestigio eclesial; a nosotros nos toca este tiempo de vacas flacas; Don Enrique fue un obispo, nosotros no; pero como él somos pastores, educadores. Don Enrique desde la Zona hizo crecer y acompañó las comunidades eclesiales de base, la iglesia en medio de los pobres; ahora desde el cielo acompaña y hace crecer la Fundación, que es también presencia de la iglesia en medio de los pobres. Don Enrique durante la dictadura, en el Concilio, como pastor, en las comunidades. Nosotros en democracia imperfecta, en el posconcilio invernal, como educadores y en una Fundación. Cambiaron muchos las circunstancias, no ha cambiado el sentido, ni la misión, ni la inspiración: “Desde Cristo solidario a una Iglesia, a una Fundación solidaria”.